¿Qué pasa Kravmawarriors? Hoy vamos a tratar en qué consiste el entreno con estrés, rasgo distintivo del KravMaga en relación con otras artes marciales tradicionales, y qué beneficios aporta aplicar este método de entrenamiento a un sistema de defensa personal como el nuestro tan centrado en simular, de la mejor manera posible, una situación real de amenaza.
¿Qué es el estrés?
Sin entrar en factores biológicos, definimos el estrés como un sentimiento de tensión o de cansancio mental provocado por una situación de agobio que nos requiere una exigencia física o psicológica mucho mayor a la habitual.
Lamentablemente, muchos de nosotros ya sabemos muy bien lo que es el estrés y seguro que hemos pasado por una situación de este tipo debido a los estudios, al trabajo, a problemas con la pareja, etc.
Sin embargo, ¿por qué algo, a priori, tan negativo en nuestra vida cotidiana resulta tan beneficioso a la hora de incluirlo como método de entrenamiento en un sistema de defensa personal? ¡Vamos a verlo!
Beneficios de entrenar con situaciones de estrés
El estrés, al situarnos en un episodio de intensa exigencia mental y física provocada por condiciones externas extremas, genera en nosotros respuestas automáticas por instinto de supervivencia o por adaptación al entorno, es decir, el estrés activa nuestros mecanismos de defensa para afrontar de una manera casi instintiva una situación amenazante.
Por lo tanto, situar al alumno en una situación de tensión y agobio extremo permite que este sea capaz de automatizar las técnicas trabajadas en la clase y convertirlas prácticamente en actos reflejo.
¿Cómo aplicamos el estrés en nuestras clases?
En nuestras clases, lo ubicamos en la parte final del entrenamiento, durante los últimos cinco o diez minutos después de haber trabajado las técnicas de una manera más depurada y concienciada.
Para tratar de automatizarlas, por lo tanto, y de ser capaces de aplicarlas de manera instintiva y en situaciones lo más parecidas posibles a una amenaza real, es decir, con distintos estímulos y sin la calma y tranquilidad que nos otorga un tatami y un compañero colaborativo, aplicamos el estrés de cinco maneras distintas:
⦁ Estrés físico: Supone generar en el alumno un cansancio físico y muscular muy intenso mediante la práctica de flexiones, abdominales, burpees o golpeos en el escudo antes de realizar la técnica.
⦁ Estrés espacial: Con este tipo de estrés buscamos habituar al alumno a trabajar y aplicar las técnicas de defensa personal en espacios distintos al tatami. Es decir, escaleras, pasillos estrechos, suelos irregulares, interiores de vehículos, etc.
⦁ Estrés auditivo: A través del estrés auditivo acostumbramos al alumno a realizar las técnicas o el ejercicio físico mientras recibe estímulos auditivos de gran intensidad como que los compañeros los griten, la música se encuentre a un volumen excesivamente alto, etc.
⦁ Estímulos múltiples: Los estímulos múltiples consisten en trabajar distintas técnicas con diferentes agresores que varían, o no, de estímulo y, por lo tanto, requieren que el alumno aplique, sin conocimiento previo, cualquiera de las distintas técnicas trabajadas en la sesión de ese día.
⦁ Desorientación: La desorientación la realizamos, como en los ejemplos anteriores, antes de realizar cualquier técnica y supone afectar la estabilidad, el equilibrio o el control espacial del alumno cerrándole los ojos, dándole vueltas, empujándolo, obligándole a hacer volteretas, etc.
Por lo tanto, el estrés no consiste solamente en agobiar al alumno y situarlo en entornos desfavorables de distinto calado sino habituarlo a ser capaz de aplicar las técnicas trabajadas en clase desde un estado físico y mental mucho más cercano a una situación de amenaza real donde nuestra atención y concentración se ven afectadas por múltiples estímulos y no pueden estar únicamente centradas en la aplicación de nuestra técnica como ocurre cuando trabajamos con un compañero en un tatami.
De ahí que el KravMaga, como sistema de defensa personal, trabaje a partir de los movimientos instintivos del ser humano ante una situación de amenaza y aproveche dichos principios inconscientes para tratar de salir lo más ileso posible.
Y vosotros, ¿habéis entrenado alguna vez con estrés?, ¿Qué experiencia habéis tenido con él? ¿Os parece interesante y adecuado para acercar de una manera lo más parecida posible una amenaza real a un tatami? Nos encantará leer vuestras opiniones en los comentarios.
Nosotros nos despedimos hasta la semana que viene, buen entreno y recordad…
La simplicidad es la clave de la brillantez. (Bruce Lee)